martes, 14 de octubre de 2008

Ley Orgánica de la Impaciencia Nacional




Querida tía, soy yo, Lopsimat, qué bueno saber que tienes correo electrónico ¡siempre tan moderna!

Mi mamá está muy bien, se jubiló del ministerio hace tres años pero todavía está esperando que le paguen la jubilación y los cestatique desde el 2002. Mis hermanos también están bien, batallando y cumpliendo con su misión de vida cada uno en su trabajo, por ejemplo Loa, allá en Aduanas, no se cansa de contarnos lo divertido de su tarea, parece que ese despacho es una fuente interminable de ideas para este oficio de complicarle la vida al ciudadano. ¡Qué te puedo contar de Lot! Nunca paramos de reírnos de lo oportuno de su nombre, no porque él sea un dechado de paciencia ¡que va! sino por el manejo que hace de la paciencia de quienes tienen que realizar alguna diligencia relacionada con el trabajo.

De Loadegaco sabemos poco, allá en Derechos y Garantías Constitucionales ni en esto trabajan, o sea, ya ni siquiera le complican la vida al soberano, simplemente se las echaron al hombro y perdona la ordinariez, mi tía, pero es así, se ha convertido en la oveja azul de la familia.

Siempre pienso en la suerte que tuvimos cuando papá decidió crear este organismo para que todos en la familia trabajáramos en lo mismo. Cada vez que nos reunimos intercambiamos experiencias, compartimos información, descubrimos nuevos métodos de embrollar. Te confieso que cuando él nos contó que la idea era que en cada ministerio, en cada dependencia oficial, en cada oficina del gobierno hubiera una persona inventando sistemas para complicarle la vida a todo aquel que necesite hacer alguna diligencia allí no entendí mucho pero cuando vi el entusiasmo de Lodes, cuando vi cómo se le descentralizaba el rostro de la emoción, comprendí la genialidad de papá: “Cada vez que la gente aprenda cómo resolver el obstáculo ustedes se inventan otro, como ponerlos a buscar copia de la partida de nacimiento en la capital del estado en lugar de hacerlo en la parroquia donde nació y fue registrada la criatura. ¡Sean creativos, mis hijos! ¿Que ya aprendieron a cancelar los impuestos? Bueno, invéntense algo como sancionar a una empresa que contrate a otra que no haya cumplido con el Seniat”. ¿No es genial? Por ejemplo, el domingo pasado, en el sancocho donde mamá, estaban las morochas, Loe y Loi, tu sabes que ellas han sido siempre las más creativas, bueno, los cuentos de Loi con lo de los sellos de las comunidades educativas en las calificaciones de los bachilleres y los cambios de formato de los boletines eran para despatillarse de la risa. Imagínate tía que hasta se inventaron la figura de un bedel que manda a la gente a hacer la cola que no es.

¿No es demasiado ingenioso? ¡Y si te cuento los inventos de Lopcomat no me los crees! Ella misma dice que se le pasó la mano y que ya la gente está hablando de hacer comunas en las oficinas para los empleados y sus familias, para no correr riesgo alguno con su seguridad. Era una dicha verla brindar con papá mientras gritaban: “¡Misión cumplida!”

Bueno tía, me despido. La bendición.

Patria, socialismo y muerte ¡Joderemos!


 
@AnaBlackLl