Ana Black
Ya sé que es un poco tarde para mandar cartas pero es que tú no sabes, mijito, en lo que se nos ha convertido la vida a los caraqueños, sólo ahora, cuando todos ¡benditos sean! se fueron a Margarita a perpetuar allá el mismo tráfico que padecen aquí durante todo el año, es cuando he encontrado la tranquilidad para sentarme y escribir. Lo que te voy a pedir parece mucho pero, cuando le metas cerebro verás que son apenas boberías que, con tus poderes o los de tu papá, no tengo duda quedarán resueltos en menos de lo que pestañea un ministro loco.
1. Una carterita Lui Buiton (con B de bolivariana-endógena que te va a salir más barata que la importada). Esa es para mi mamá que se muere por tener una.
2. No te voy a pedir una Hummer, tranquilo, la verdad es que no sabría qué hacer en esta ciudad encaramada en una caja de zapatos con ruedas de cuatro metros y medio de largo; tampoco pediré un Audi pero si logras convertir mi carro en lo que era hace diez años, me doy por servida, y si de ñapa me regalas el seguro contra todo riesgo, o sea, robo, ¡niño! te hago una piñata el año que viene. Eso o una chambita en un ministerio para poder comprarme el BM que en realidad quiero.
3. Una casita como las que le están construyendo a los cubanos con techo anti rayos infra rojos, en especial eso.
4. Un detector de productos en los mercados. Como una especie de máquina que me ayude a saber dónde están vendiendo qué y cuándo; ahora, si tú me puedes dar ese poder y obviamos el aparatito, mejor).
5. Una foto del contralor Clodosbaldo Russian para ver si lo puedo identificar ahora que fue rati-ficado.
6. Un amplificador de entendimiento, o sea, un dispositivo de fácil instalación que le de luces a todos aquellos que no terminan comprender que desde los tiempos de Amalivaca los pobladores de estos predios hemos sido bonchones, generosos, hospitalarios y pa-cí-fi-cos. Si el aparatito puede incluir un diccionario de sinónimos, sobre todo para lo de hospitalarios y pa-cí-fi-cos sería genial. En este rubro, y si no es mucho pedir, ve a ver si le puedes traer un “reconciliador” a los que sienten que están peleados y, clarostá, para los que insisten en ponernos a pelear.
7. Si me puedes conseguir una mega cizalla para cortar cadenas sería espléndido.
8. Lo último, chamo, y esto es para todos: Paz, mucha Paz.
Gracias, besitos y saludos a todos por allá.
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